

Jeffrey Karp, PhD, afirma que la alimentación es esencial para mantener una buena salud cerebral. Según sus investigaciones, una dieta equilibrada no solo favorece el estado de ánimo y la función cognitiva, sino que también puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades neurológicas.
Partiendo de esta premisa, Karp ha creado un plan alimenticio cuidadosamente estructurado para maximizar el rendimiento cognitivo. A punto de publicar su libro LIT: Life Ignition Tools: Use Nature’s Playbook to Energize Your Brain, Spark Ideas, and Ignite Action, el científico detalla cómo su dieta se centra en nutrientes específicos que optimizan el funcionamiento cerebral.
Karp inicia su jornada con lo que él denomina un “tazón de nutrientes que potencian el cerebro”, una combinación de ingredientes seleccionados por sus beneficios para la función cognitiva. Además, espera dos horas y media después de despertarse antes de desayunar, con el objetivo de intensificar su sensación de gratitud y disfrute al momento de comer.
Almuerzo y cena: un enfoque bajo en FODMAPs
El investigador sigue una dieta baja en FODMAPs, evitando ciertos carbohidratos fermentables que pueden provocar problemas digestivos. Esta elección se debe a que padece enfermedad celíaca y no consume gluten.
De acuerdo a lo que comenta, la exclusión de ciertos alimentos ha disminuido síntomas como la inflamación y el malestar abdominal, lo que le facilita una mejor concentración y bienestar general. Entre los productos que decide no consumir se incluyen: Ajo y cebolla, trigo y otros cereales que contienen gluten, y algunas frutas que fermentan.
Este enfoque ha permitido identificar alimentos que provocan malestar digestivo, una estrategia recomendada para quienes enfrentan problemas gastrointestinales.
Karp destaca la relevancia del agua en el rendimiento cognitivo. Asegura que una adecuada hidratación mejora la concentración, el estado de ánimo y la función cerebral en general. Para garantizar un consumo suficiente de agua, sugiere las siguientes estrategias:
Uno de los nutrientes más valorados por Karp es el omega-3, al que considera esencial para la memoria, la estabilidad emocional y la prevención del deterioro cognitivo. “El omega-3 es crucial para la formación de membranas celulares en el cerebro y la comunicación neuronal”, explica. Sin embargo, advierte sobre la necesidad de equilibrarlo con los omega-6, ya que un exceso de estos últimos puede causar inflamación. Además, resalta la importancia de los omega-9, presentes en alimentos como el aceite de oliva, los aguacates y las almendras, que también favorecen la función cerebral.
Según Karp, hay alimentos específicos que pueden mejorar la concentración y la memoria:
Karp limita su consumo de café a una o dos veces por semana, ya que un exceso de cafeína puede generar ansiedad y afectar la estabilidad mental. En su lugar, recomienda el té verde, que contiene L-teanina, un aminoácido que mejora la concentración sin causar nerviosismo.
El científico ha reducido considerablemente su consumo de azúcares refinados debido a su efecto perjudicial en el cerebro. También limita la carne roja a una o dos veces al año y evita el alcohol y las grasas trans, que se encuentran en los alimentos ultraprocesados.
Karp sostiene que mantener horarios regulares para las comidas ayuda a estabilizar los niveles de glucosa y mejora la función cerebral. Además, defiende el ayuno intermitente, afirmando que períodos de al menos 14 horas sin comer pueden disminuir la inflamación y favorecer la regeneración celular.
En la actualidad, Karp está explorando el uso de adaptógenos, que son sustancias naturales como el hongo melena de león, chaga y maca. Estos podrían ayudar a mejorar la resistencia al estrés y la claridad mental.
Su enfoque, respaldado por evidencia científica, enfatiza la importancia de la alimentación como un factor clave para potenciar tanto la inteligencia como la salud cognitiva a largo plazo. Aunque no hay una solución única, sus sugerencias proporcionan una guía práctica para quienes desean nutrir su cerebro de manera efectiva.