

Por: ROMINA
Este sistema establece límites superior e inferior para el tipo de cambio oficial en el Mercado Libre de Cambios (MLC), permitiendo cierta flexibilidad dentro de estos márgenes, siempre bajo la supervisión e intervención selectiva del Banco Central de la República Argentina (BCRA). A continuación, se detallan los tres componentes principales del nuevo esquema, junto con su funcionamiento y sus implicancias para la economía.
1. Piso de la banda cambiaria: defensa del valor mínimo y acumulación de reservas El valor mínimo o piso se fijará inicialmente en $1.000 por dólar, ajustándose mensualmente a una tasa del 1%. Si el tipo de cambio en el MLC alcanza este mínimo, el BCRA intervendrá comprando divisas con el doble propósito de mantener el tipo de cambio en ese nivel y acumular reservas internacionales. El dinero emitido para comprar dólares no se retirará del mercado, permitiendo su circulación y favoreciendo la remonetización de la economía. Esto es especialmente útil en un contexto donde crece la demanda real de dinero, ya sea por una mayor actividad económica, confianza en la moneda local o una menor necesidad de cobertura cambiaria.
2. Techo de la banda cambiaria: absorción de pesos y control del exceso de liquidez El techo se ubicará inicialmente en $1.400 por dólar, también con un ajuste mensual del 1%. Si el tipo de cambio alcanza este máximo, el BCRA venderá dólares para evitar que se supere el límite superior. Esta acción retira pesos del mercado, ayudando a absorber rápidamente excedentes de liquidez que puedan surgir por una disminución en la demanda de dinero o por motivos estacionales o especulativos. Al igual que con el piso, esta acción no será esterilizada, buscando evitar que el exceso de pesos genere presiones inflacionarias o inestabilidad.
3. Zona de flotación dentro de la banda: intervención discrecional sin esterilización Mientras el tipo de cambio permanezca dentro de los márgenes definidos por la banda, se adoptará una flotación "administrada". En este escenario, el BCRA permitirá movimientos libres del dólar entre el piso y el techo, aunque podrá intervenir cuando lo crea necesario para cumplir con sus objetivos macroeconómicos. Podría optar por comprar divisas para fortalecer reservas o vender dólares en momentos de alta volatilidad injustificada. Ninguna de estas intervenciones será esterilizada, y su impacto se absorberá directamente por el sistema. Este enfoque busca equilibrar disciplina y flexibilidad, evitando un régimen fijo sin maniobra y ofreciendo un marco predecible que contribuya a anclar expectativas inflacionarias.
Consideraciones finales El FMI y el BCRA esperan que este sistema sea eficaz para estabilizar el mercado cambiario, acumular reservas y mejorar la transmisión de la política monetaria. Al establecer márgenes predecibles para la cotización del dólar, debería facilitar la toma de decisiones para empresas, inversores y consumidores. La remonetización potencial representa un paso importante hacia la normalización del sistema monetario argentino, históricamente afectado por desconfianza y altos niveles de informalidad.