

Por: ROMINA
A las 12 del mediodía en Italia, las campanas de la Basílica de San Pedro anunciaron el luto por la muerte del Papa Francisco, quien falleció a las 7:35 de la mañana de ese lunes, hora local. La noticia sorprendió a aquellos presentes en la plaza, muchos de los cuales aún no estaban enterados.
Durante la tarde, se dieron a conocer las causas del fallecimiento. Según el profesor Andrea Arcangeli, responsable de Salud e Higiene del Vaticano, un accidente cerebrovascular seguido de coma y un colapso cardiocirculatorio irreversible fueron responsables.
Siguiendo las antiguas normas del Vaticano, el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo, presidió el rito de constatación de la muerte hacia las 20 horas, acompañado por cardenales y otros miembros del Vaticano. Solo entonces, el cuerpo de Francisco fue colocado en un féretro para ser trasladado a la Basílica de San Pedro, donde los fieles podrán despedirse.
Esa tarde, miles de personas llenaron la Via della Conciliazione, la vía que conecta el río Tiber con el Vaticano. Mientras muchos rezaban por el Papa, otros participaron en procesiones mostrando cruces. Algunos lucían semblantes tristes y desorientados, como si la muerte del Pontífice les hubiera dejado sin rumbo. Más tarde se rezó un rosario en su honor.
María Rosaria expresó a un medio que la muerte del Papa se sentía como perder a un amigo cercano. "No sabemos lo que vendrá después. Deseamos que elijan a otro Papa como él, alguien accesible y cariñoso con los pobres y los que sufren".
Alessandro, también de Roma, compartió: “Aunque no lo conocimos personalmente, lo veíamos durante sus visitas y escapadas a lugares como la Basílica de Santa María Mayor. Recuerdo haber visto su auto blanco y saber que él estaba cerca. Espero que el próximo Pontífice continúe su lucha contra las guerras”.
Franco, originario de Córdoba y residente en Mendoza, reflexionó: “No sé qué sucederá sin el Papa argentino. Francisco fue distinto y promovió cambios en la Iglesia. Espero que su sucesor siga su legado o al menos continúe modernizándose”.
Sofía, quien vive en Roma desde hace tres años, dijo que sintió un gran vacío al llegar al Vaticano. "Ahora lo veo como una institución más. No siento aquella emoción que me conmovía con su presencia". Cree que este sentimiento de vacío podría persistir entre los argentinos si el próximo Papa no es uno de los suyos.
Desde Francia llegó Ayailai, quien se mostró sorprendida por la noticia tras haberlo visto el día anterior en el Papamóvil. "Sentimos mucha tristeza. En Francia, como en otros países cristianos, el Papa es muy importante", comentó Joan, originario del Congo pero residente en Francia. Para él, aunque rara vez muere un Papa en un día festivo religioso, este evento representa una oportunidad para que la Iglesia guíe hacia una mentalidad más abierta y solidaria.
Claudia y Sebastian, peruanos de vacaciones en Roma, se sintieron profundamente afectados por la noticia. Claudia mencionó que Perú tenía una conexión especial con el Papa por ser latinoamericano. "Su ausencia se sentirá en toda América Latina", agregó Sebastián, subrayando la influencia significativa que Francisco tuvo en sus comunidades y cómo sus ideas beneficiaron a la región.