

Por: ROMINA
La Ciudad Eterna está en ebullición. Si el Gran Jubileo de este año ya anunciaba la llegada de más de 30 millones de personas hasta la próxima Navidad, el fallecimiento del Papa Francisco ha llevado a una situación aún más desafiante. Con más de 150 líderes internacionales confirmados, incluidos reyes y presidentes como Donald Trump de Estados Unidos, el despliegue de seguridad incluirá operaciones por tierra, aire y mar.
El traslado del cuerpo del Papa Francisco desde la Plaza de San Pedro hasta la basílica de Santa María la Mayor promete ser un evento único. Miles desean ofrecer su último adiós en un cortejo que atravesará partes emblemáticas de Roma.
Desde el miércoles, multitudes han comenzado a congregarse en la basílica de San Pedro para presentar sus respetos ante el féretro, anticipando una gran afluencia para el sábado. Se estima que 200,000 personas podrían congregarse en la plaza, con un posible aumento según el flujo actual de visitantes.
Fabio Ciciliano, comisario extraordinario designado por el Gobierno y jefe de la Protección Civil italiana, ha indicado que están analizando la llegada masiva de fieles, prestando atención especial a aquellos provenientes de América del Sur y Argentina. Ciciliano destacó que miles de voluntarios están listos para asistir en las tareas de organización y acogida.
En medio de una imponente presencia militar y medidas de seguridad estrictas alrededor del Vaticano, los accesos a la basílica se están controlando minuciosamente y se preverá un posible bloqueo de señales móviles.
Con una demanda abrumadora de alojamiento y transporte, los precios se han disparado; encontrar una habitación disponible es casi imposible, a pesar de que los costos de un hotel modesto rondan los 400 euros por noche.
Además, la llegada masiva de periodistas internacionales confirma que los funerales y la inminente elección del nuevo pontífice se perfilan como uno de los mayores eventos noticiosos del año.
El clima excepcional en Roma está contribuyendo a la gran participación ciudadana, pero moverse en la zona es complicado debido a las grandes multitudes y la intensa seguridad. La situación demanda paciencia, ya que esto es solo el comienzo del impacto global que genera este monumental evento.