

Por: Germán
Rappallini destacó que el desafío radica en trabajar en todas las cadenas de valor para reducir el costo argentino y equilibrar la competitividad. "El sector industrial es transable y debemos competir con el resto del mundo. No queremos quedarnos fuera de juego por cargar con una mochila llena de piedras", subrayó Rappallini durante una conferencia de prensa.
El industrial especificó que la presión fiscal actual es del 52% y aseveró que es esencial para que la economía recupere competitividad. Entre los temas prioritarios, Rappallini mencionó la ley de pymes, la reforma fiscal y la adecuación laboral.
En este contexto, descartó la devaluación como una solución a la competitividad, argumentando que, a corto plazo, los precios se ajustan y solo se traduce en pérdida de actividad y aumento de la pobreza. También apuntó a la necesidad de llevar a cabo obras de infraestructura y mejorar la operatividad de las existentes.
Urgió la implementación de una ley de pymes, la reforma fiscal y la adecuación laboral, iniciativas que presentan características de urgencia. "Cada eslabón de la cadena de valor presenta distorsiones. La acumulación de ineficiencias constituye el costo argentino, con Ingresos Brutos que pueden llegar hasta el 20% en algunas cadenas de valor", afirmó el líder industrial.
Al ser consultado sobre la guerra arancelaria que impulsó Estados Unidos, Rappallini consideró que "puede ser una oportunidad para Argentina. Podemos aprovechar el cambio global que se avecina". Asimismo, se mostró en contra de permitir la entrada de maquinaria usada al país, ya que afecta a las cadenas de valor locales. "Ningún país permite la entrada de productos que perjudican su cadena de valor", enfatizó.