Por: Romina

Un grupo de bomberos fue visto en el tejado del emblemático edificio colocando el estrecho cilindro marrón que señalará el inicio de una nueva era.

Desde la plaza San Pedro, se podía observar el trabajo, mientras una cantidad considerable de turistas se reunía, previendo que la afluencia aumentará en los próximos días.

La Capilla Sixtina ha estado cerrada al público desde el pasado lunes. En su interior, 133 cardenales votarán en secreto para elegir al nuevo Sumo Pontífice, después del fallecimiento del anterior el 21 de abril.

Los cardenales con derecho a voto provienen de 66 países y son todos menores de 80 años; el 80% de ellos fueron designados por el papa Francisco.

El resultado del escrutinio se comunica al mundo mediante la quema de las papeletas en una estufa especial. Si no se alcanza un acuerdo, las papeletas se queman junto con una mezcla que genera humo negro. En cambio, si un candidato logra dos tercios de los votos necesarios, en esta ocasión 89, las papeletas se quemarán con una mezcla que produce humo blanco.

Este momento será histórico, como lo fue el 13 de marzo de 2013, cuando tras la quinta votación del cónclave, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fue presentado como el papa Francisco desde la logia de la Basílica de San Pedro.

Fuentes del Vaticano sugieren que este viernes podrían realizarse pruebas para asegurar el correcto funcionamiento de la chimenea.

Además de la instalación de la chimenea, se realizan otros reacondicionamientos en la Capilla Sixtina para el cónclave, como la disposición de mesas y bancos donde los cardenales deliberarán.