

Por: Romina
Este acto simbólico señala el término de su pontificado en vísperas del cónclave que iniciará este miércoles, donde los cardenales elegirán al próximo líder de la Iglesia. El procedimiento, realizado conforme a la constitución apostólica *Universi Dominici Gregis* promulgada en 1996 por Juan Pablo II, regula el período de sede vacante. El cardenal estadounidense Joseph Kevin Farrell, camarlengo, fue el responsable de certificar la muerte del pontífice argentino y supervisar la destrucción tanto del anillo como del sello de plomo, ambos empleados para autenticar documentos papales.
El significado y la obligatoriedad de destruir el Anillo del Pescador
Conocido en latín como *Anulus Piscatoris*, este anillo simboliza desde hace siglos la autoridad del Papa como sucesor de San Pedro. La joya muestra a San Pedro pescando desde una barca, aludiendo al pasaje bíblico donde Jesús lo llama a ser “pescador de hombres”.
Cada pontífice lo recibe al asumir su rol como obispo de Roma, junto al palio episcopal, como signo de su investidura. En 2013, Jorge Mario Bergoglio optó por una versión en plata dorada, acorde con su preferencia por la sencillez, en lugar de un modelo en oro macizo. Desde el siglo XIII, el anillo también ha servido como sello oficial para documentos pontificios, razón por la cual su anulación es indispensable.
¿Por qué se destruye el Anillo del Pescador tras la muerte del Papa?
La normativa establecida por la *Universi Dominici Gregis* estipula que el camarlengo debe retirar el anillo del pontífice fallecido y garantizar su inutilización ante los cardenales. Este proceso busca prevenir su uso indebido o posibles falsificaciones durante el período sin papa.
El método tradicional implica golpear el anillo con un martillo de plata o marcarlo con una cruz, indicando su invalidez. Así ocurrió tras la muerte de Juan Pablo II. Durante la renuncia de Benedicto XVI en 2013, no se destruyó completamente; en su lugar, se grabó una "X" para dejarlo fuera de uso.
El Vaticano sostiene que “los objetos estrechamente relacionados con el ejercicio del ministerio petrino deben ser anulados”, incluyendo el sello de plomo usado para autenticar ciertos documentos oficiales.
La destrucción del anillo no solo simboliza el cierre de un papado, sino que asegura el inicio de un nuevo capítulo para la Iglesia bajo la guía de un futuro sucesor.