sábado 05 de julio de 2025 - Edición Nº206

El Mundo | 18 may 2025

Sucedió en China

Falleció una niña de un año que tenía un feto en su cráneo

Este raro fenómeno es conocido como feto en feto (FIF). Los médicos advirtieron que la mayoría de los casos suelen ser mortales.


Por: ROMINA

Una pequeña de un año fue hospitalizada debido a la gran expansión de su cráneo y al retraso en sus habilidades motoras. Tras ser ingresada, se le realizó una tomografía que reveló la presencia de “tejido blando, hueso similar al de las extremidades y sombras de tejido óseo mixto en el área intracraneal”. Se le practicó una craneotomía y se descubrió que tenía un feto en su cabeza.

Aunque lograron extraerlo por completo, la niña quedó inconsciente después de la cirugía, sufrió convulsiones y falleció 12 días después, debido al grave daño cerebral sufrido.

Después de la tomografía, se enteraron de que había un feto en su cráneo.

Este trastorno es extremadamente raro y se presenta en aproximadamente uno de cada 500.000 partos. Puede manifestarse en diferentes partes del cuerpo, como la pelvis o, como en este caso, en la cabeza, donde es siempre fatal. El feto correspondía a su hermano gemelo, que fue "absorbido" durante la gestación a través de un proceso de desarrollo conocido como plegamiento de la placa neural, esencial para formar la estructura cerebral y la médula espinal.

De acuerdo con una investigación de científicos de la Universidad de Fudan en Shangái, China, donde ocurrió el caso, la bebé presentaba un crecimiento anormal del cráneo y dificultades motoras y del habla, debido a la presencia del feto.

En el caso de esta menor, los médicos detectaron anomalías en su cráneo a las 33 semanas de gestación durante un examen prenatal, aunque una resonancia magnética no pudo aportar más información. La pequeña nació por cesárea a las 37 semanas y se observó que su cabeza era notablemente más grande de lo normal.

Doce días después de la cirugía, falleció.

Al ingresar al hospital a su año de vida, su tamaño era anormal. Los médicos informaron que la niña solo podía pronunciar “mamá” y apenas movía la cabeza. No era capaz de sentarse ni de gatear.

Tras la craneotomía, los médicos comunicaron: “Extrajimos un embrión inmaduro, con vérnix y órganos visibles, como boca, ojos, cabeza, pelo, cuerpo, antebrazo, manos y pies”. El embrión medía 18 cm de largo, presentaba rasgos y extremidades malformadas, así como huesos largos y columna vertebral.

A pesar de los esfuerzos por salvarla, la bebé murió a los 12 días de la intervención, debido al severo daño cerebral que había padecido. Según un artículo en la revista Neurology, se han documentado alrededor de 200 casos de esta naturaleza y las causas siguen siendo un enigma para la medicina. "Podrían estar vinculadas a la contaminación ambiental, genética, temperaturas bajas, exposición a pesticidas durante el embarazo temprano y otros factores", señalaron.

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